NO TODO ES COLOR DE ROSA EN EL JARDÍN DE NIKITA

Navegando por el sitio porno reviso unas cuantas imágenes de nalgadas y azotes. Todas son de mujeres, aunque aún así me excitan: las chicas son hermosas. Intento imaginar cómo sería ser una chica que está recibiendo unas buenas nalgadas... El término "nalgadas de carretilla" tiene algo que capta mi atención… No es un término que haya escuchado antes, así que lo busco en Google para ver de qué se trata. ¡Oh, ahora veo!: piernas extendidas, manos en el suelo y exponiendo todo al azotador, al igual que en las carreras de carretillas de la escuela, pero sin las calzas de gimnasia de por medio. Imagino cómo me vería en esa posición. Descargo varias imágenes en el escritorio y me deleito con la amplia exposición que ofrece. Por supuesto que, en mi caso, el pene y las bolas estarían colgando, y sé que eso encantará aun más a mis seguidores.

En ese momento, el computador hace "ping" y me pregunto si me molestaré en mirar el correo entrante. “Oh cariño (suspiro), mejor solo revisa”. Mi erección se calma un poco y me preparo para un correo aburrido. Reconozco la dirección del remitente, es el jardinero. Todos en el edificio usamos el correo para comunicarnos con él. Lo abro y, ¡oh, Dios, hay una foto mía posando en calzones rosados frente al espejo! ¿Cómo puede ser? ¡No es posible que exista ningún vínculo entre el yo real y mi cuenta del sitio porno! ¡De ninguna manera el jardinero podría estar enterado acerca de mi vida virtual! ¡Ese es el único lugar de donde pudo venir esta imagen!... ¿No es así? De repente, un pensamiento invade mi cerebro. No me atrevo a enfrentar la realidad, pero debo. Giro lentamente y, para mi horror, veo que las cortinas se habían quedado enganchadas al cerrarlas dejando un buen espacio abierto hacia el jardín.

"Ping”... ¡Otro correo con otra foto!: ¡sentado frente al computador embelesado con las imágenes de nalgadas!
"Ping" (el texto): “ven a la puerta de entrada, AHORA Y COMO TÚ ERES”.

Ding, dong, ding, dong, con el sonido del timbre me entra un profundo pánico.