NO TODO ES COLOR DE ROSA EN EL JARDÍN DE NIKITA

Mi nombre es Nikita y soy una chica traviesa,… ¿o debería decir creo que soy una chica traviesa? El hecho es que soy un bonito chico de 23 años. Sé que debería haber sido una chica y seguro que mi cuerpo y mi rostro son muy afeminados. Por lo tanto, no es una gran sorpresa enterarse de que me encanta vestir ropa muy femenina, especialmente calzones rosados.

Soy muy afortunada porque, a mi edad, ya poseo mi propio departamento en el centro de Zagreb. Está ubicado en la planta baja de un hermoso edificio de tres pisos con un conjunto de ventanas francesas con vista al jardín. Entre los seis vecinos compartimos el uso y pagamos a un jardinero que viene dos veces por semana a mantener todo en orden. Se trata de un tipo fuerte, supongo que andará en la mitad de los treinta. A veces, su sola silueta al fondo del jardín ya me pone caliente... ¿Me pregunto si los otros vecinos sentirán lo mismo?

De todos modos, les quiero hablar de otra cosa… Estoy en un pequeño problema y me encuentro un poquito asustada acerca de lo que podría pasar dentro de las próximas horas. Déjenme explicarles:

Hoy es martes y, como la mayoría de las mañanas, desperté sintiéndome incendiar. Entonces, ¿qué hago? Me enchufo a mi sitio porno favorito e inmediatamente me voy a las fotos de la sección “Shemales - Ladyboys - Sissies” y reviso si hay nuevas chicas lindas. De un vistazo detecto un conjunto de imágenes que sé que me excitarán, así que antes de dejarme llevar demasiado, me dirijo a las ventanas y rápidamente corro las cortinas. Luego, regreso a los chicos en calzones: muy bonito, pero nada en rosa. Hace poco me regalaron unos maravillosos calzones rosados con cintura alta y sé que puedo lucir mejor que estos chicos que estoy viendo.

Abandono la pantalla del computador, me dirijo al cajón de lencería, elijo los calzones rosa y me los pongo. Doy vuelta aquí y allá admirando mi perfil frente al gigantesco espejo que cuelga del muro del salón. “Vaya, vaya, que bien me veo”… Mi pene tieso estira la tela contorneando un bulto tentador. Sé que a los hombres que acceden al sitio les encanta mirar mis calzones, he publicado muchas fotos y recibo decenas de comentarios.